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¿Qué es el DUA? ¿Cómo introducirlo en nuestras Programaciones y Unid. Didácticas para las Oposiciones?

Actualizado: 6 mar


DUA

En las Oposiciones de Educación Infantil, el Diseño Universal para el Aprendizaje  se ha convertido en un tema central. Cada vez se enfatiza más la importancia de garantizar una inclusión educativa real en el aula desde los primeros años, y el DUA surge como la estrategia clave para lograrlo. Este enfoque permite diseñar experiencias de aprendizaje accesibles para todo el alumnado, respondiendo a su diversidad de maneras de aprender​. Además, la normativa educativa vigente en España (LOMLOE y reales decretos de currículo) exige aplicar el DUA como garantía de atención a la diversidad​


Por ello, dominar el DUA no solo mejora la calidad de nuestra enseñanza, sino que también se ha vuelto indispensable para destacar en el tribunal de oposiciones.


En este artículo exploraremos qué es el DUA, sus principios fundamentales y por qué es tan importante en Educación Infantil. También veremos cómo incluirlo en tu Programación Didáctica y en tus Unidades Didácticas de la oposición, con consejos prácticos y ejemplos concretos. Finalmente, destacaremos algunos errores comunes en su aplicación y cómo evitarlos. Prepárate para potenciar tu programación con un enfoque inclusivo y accesible que hará brillar tu candidatura en las oposiciones.


¿Qué es el DUA?


El Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) es un enfoque pedagógico inclusivo orientado a eliminar barreras y atender la diversidad desde el diseño mismo del currículo​ . A diferencia de las adaptaciones tradicionales (que suelen hacerse a posteriori para ciertos alumnos), el DUA propone planificar desde el inicio pensando en la variabilidad de todo el alumnado. ¿Su objetivo? Ofrecer a todos los estudiantes oportunidades de aprendizaje equitativas, proporcionando múltiples formas de acceder, participar y demostrar sus aprendizajes.


En términos sencillos, aplicar DUA significa diseñar las clases de forma flexible en objetivos, métodos, materiales y evaluación. Así, en lugar de un único recurso o vía de enseñanza, el docente ofrece varias alternativas para acomodar distintas necesidades, estilos y ritmos de aprendizaje. Por ejemplo, al presentar un contenido se pueden combinar cuentos, imágenes, música, manipulativos o vídeos; al realizar actividades, brindar opciones de trabajo individual, en pareja o en grupo; y al evaluar, permitir distintas formas de expresión (dibujo, oral, juego...). Este enfoque proactivo asegura que ningún alumno se quede atrás, reduciendo la necesidad de adaptaciones de última hora.


El DUA no es una metodología concreta, sino un enfoque integral de planificación que permite diseñar entornos de aprendizaje verdaderamente inclusivos.


Principios del DUA


El Diseño Universal para el Aprendizaje se articula en tres principios clave, que corresponden a las tres grandes redes neurológicas involucradas en el aprendizaje. Estos tres principios son el núcleo del DUA y sirven de guía para diversificar la enseñanza en el aula​


Principio I: Proporcionar múltiples formas de representación (el qué del aprendizaje). Cada estudiante percibe y comprende la información de manera distinta. Por ello, el docente debe ofrecer diversas formas de presentar los contenidos: texto, imágenes, vídeos, materiales manipulativos, audio, pictogramas, etc. De este modo aseguramos que todos puedan acceder al conocimiento sin importar si, por ejemplo, tienen alguna dificultad sensorial, lingüística o simplemente diferentes preferencias de aprendizaje​ . La variedad en la representación evita que un único formato se convierta en barrera.


Principio II: Proporcionar múltiples formas de acción y expresión (el cómo del aprendizaje). Los alumnos también difieren en cómo afrontan las tareas y en cómo expresan lo que saben. Este principio implica dar opciones a la hora de realizar las actividades y demostrar el aprendizaje​ . Unos alumnos podrán expresar sus ideas escribiendo, otros hablando, dibujando, mediante proyectos prácticos o usando tecnología asistiva. Igualmente, se ofrecen diferentes medios para interactuar con los materiales (por ejemplo, herramientas digitales, materiales tangibles, apoyo visual o verbal del docente). El objetivo es que cada niño encuentre formas accesibles de participar activamente y de mostrar sus competencias, respetando sus habilidades y estilos propios​


Principio III: Proporcionar múltiples formas de implicación (el por qué del aprendizaje). Este principio se refiere a la motivación e interés. No todos los alumnos se sienten motivados por lo mismo; factores culturales, emocionales o de experiencia previa influyen en qué capta su interés. Por ello, el docente debe buscar diferentes maneras de comprometer al alumnado con la actividad: conectando los contenidos con sus intereses personales, proponiendo retos o juegos, ofreciendo grados de elección (autonomía) y creando un clima emocional positivo. La idea es lograr que todos los niños puedan sentirse comprometidos y motivados en el proceso​


Por ejemplo, usar temáticas cercanas a ellos, gamificación, refuerzos positivos variados, cooperación entre pares, etc., para atender esa diversidad en el engagement.

Estos tres principios funcionan en conjunto: el docente diseña cada unidad didáctica proporcionando múltiples opciones de representación, expresión e implicación. De esta forma se atiende a la diversidad de maneras integrales, haciendo la enseñanza flexible y adaptable. En la práctica, aplicar el DUA implica preguntarse constantemente: ¿Estoy dando varias alternativas para entender la información? ¿Ofrezco diferentes vías para que mis alumnos participen y se expresen? ¿Cómo mantengo a todos motivados? Si la respuesta es afirmativa, estaremos alineados con el DUA y fomentando un aprendizaje verdaderamente personalizado e inclusivo.




Importancia del DUA en Educación Infantil


En la etapa de Educación Infantil (0-6 años) la diversidad del alumnado es especialmente palpable: distintos ritmos de desarrollo, estilos de aprendizaje, contextos familiares, lenguas maternas, necesidades educativas especiales, etc. Implementar el DUA en Infantil resulta fundamental para convertir esta diversidad en una riqueza y no en un obstáculo. Veamos por qué:


  • Inclusión desde el comienzo: El DUA garantiza que todos los niños y niñas, con sus particulares formas de ser y aprender, tengan cabida en la actividad diaria del aula. La propia legislación educativa española destaca que el DUA debe considerarse siempre, dado que todos los alumnos son diferentes​. Esto significa que no solo beneficia a quienes tienen alguna necesidad específica (discapacidad, trastorno del aprendizaje, alta capacidad, etc.), sino a cada niño o niña, al anticipar sus posibles dificultades o motivaciones. En Infantil, una etapa tan heterogénea, aplicar DUA permite que un mismo proyecto o rutina se adapte naturalmente tanto al más tímido como al más extrovertido, al que aprende mejor moviéndose como al que prefiere observar. Ningún niño queda excluido porque la programación ya contempla múltiples maneras de participación.


  • Atención a la diversidad y prevención de dificultades: Mediante el DUA, la atención a la diversidad deja de ser un apartado aislado para convertirse en el eje de la práctica docente. Esto contribuye a detectar y paliar posibles dificultades de aprendizaje de forma temprana. Por ejemplo, en Infantil es común encontrar variaciones en el desarrollo del lenguaje oral; un enfoque DUA asegurará que siempre haya apoyos visuales y gestuales junto al lenguaje verbal, beneficiando tanto al alumnado con retraso del lenguaje como al resto (que refuerza su comprensión). Asimismo, un niño con dificultades motoras encontrará ya previstas alternativas para interactuar (p.ej., actividades sensoriales si no puede realizar trazos finos), antes de que esa dificultad lo frustre o lo aparte del grupo. Así, el DUA actúa preventivamente, derribando barreras de entrada al aprendizaje a edades tempranas.


  • Personalización y desarrollo integral: Cada niño de Infantil es un mundo, con intereses y formas de expresarse únicas. El DUA nos anima a personalizar el aprendizaje ofreciendo caminos diversos. Un ejemplo: En un proyecto sobre “Los animales”, quizás un niño aprenda más visitando el rincón de lectura con cuentos de animales, otro explorando sonidos y vídeos de la granja, y otro jugando a ser veterinario con disfraces. Todas esas opciones pueden convivir en el aula DUA, permitiendo que cada cual conecte con el tema a su manera. Esto favorece el desarrollo integral, pues respeta etapas y estilos: quienes necesitan moverse encuentran actividades motrices; quienes necesitan seguridad y rutina, encuentran estructuras predecibles; quienes demandan reto cognitivo, tienen extensiones avanzadas. En Infantil, donde el juego, la curiosidad y la emoción son motores esenciales, el DUA encaja perfectamente al multiplicar las vías de aprendizaje. Se promueve así la autonomía, la autoestima (al sentir todos éxitos en algo) y la participación activa de cada pequeño.


  • Marco legal y calidad educativa: La importancia del DUA en Infantil no es solo pedagógica, sino también una exigencia legal y de calidad. La nueva normativa (Ley 3/2020, LOMLOE) incorpora explícitamente el DUA como garantía de educación inclusiva en todas las etapas básicas. En concreto, el Real Decreto 95/2022 que establece las enseñanzas mínimas de Infantil indica que los docentes adaptarán su práctica a las características personales de cada niño, basándose en el Diseño Universal para el Aprendizaje​ . Esto refleja un compromiso claro con la inclusión desde el primer nivel educativo. Un centro de Infantil que aplique DUA estará cumpliendo con estos principios pedagógicos oficiales y ofreciendo una educación de mayor calidad para su alumnado. En definitiva, el DUA en Infantil contribuye a una escuela para todos: más justa, equitativa y eficaz, donde la diversidad se valora y aprovecha como fuente de aprendizaje.


DUA en las Oposiciones


Dado el panorama anterior, no es de extrañar que el DUA sea un elemento fundamental a la hora de preparar las oposiciones de Educación Infantil. Incluirlo de forma sólida en tu programación y en tus unidades puede marcar la diferencia ante el tribunal. Estas son las razones por las que el DUA debe figurar en tu temario y programación de opositor:


1. Porque lo exige la normativa vigente: Como hemos señalado, la Ley Orgánica 3/2020 (LOMLOE) modificó la LOE introduciendo el DUA , estableciendo que “cuando tal diversidad lo requiera, se adoptarán las medidas organizativas, metodológicas y curriculares pertinentes […] conforme a los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje”​ . Esto convierte al DUA en un mandato legal en materia de atención a la diversidad. Asimismo, los reales decretos de currículo de las distintas etapas (Infantil, Primaria, Secundaria) reiteran la necesidad de diseñar situaciones de aprendizaje alineadas con el DUA​


Por tanto, un opositor que no mencione ni contemple el DUA estaría ignorando un pilar de la normativa educativa actual. Los tribunales de oposición valoran enormemente que el candidato demuestre estar al día con las leyes y recomendaciones pedagógicas oficiales. Incluir referencias al DUA (citando la ley, RD de Infantil, etc.) en la introducción o justificación de tu programación didáctica evidenciará tu conocimiento del marco legal y tu compromiso con una educación inclusiva.


2. Porque refleja competencia profesional en inclusión: Más allá de la ley, integrar el DUA muestra que manejas estrategias avanzadas de atención a la diversidad. La inclusión educativa es un criterio clave que el tribunal busca en las programaciones. Un aspirante que presente unidades didácticas donde todos los niños participan mediante múltiples propuestas, con adaptación universal, estará demostrando en la práctica su capacidad para diseñar clases inclusivas reales, no solo teoría. Esto es mucho más potente que hablar genéricamente de “atención a la diversidad”. Por ejemplo, si en tu programación explicas cómo en cada unidad incorporas materiales visuales, apoyos auditivos, juegos motores, rincones diversos y diferentes opciones de evaluación, estarás poniendo de manifiesto que sabes concretar la inclusión en el aula. El tribunal seguramente puntuará positivamente esa habilidad para atender a todos de forma planificada. Recuerda que la educación actual busca docentes que garanticen equidad y calidad para cada estudiante, y el DUA es justamente el modelo que potencia eso​


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3. Porque te diferencia y actualiza tu programación: Aunque hoy el DUA es bastante conocido, no todos los opositores logran incorporarlo eficazmente. Muchos se quedan en la mención superficial. Si tú lo integras de manera transversal y convincente, tu programación destacará sobre el resto. Piensa que el tribunal corrige decenas de trabajos; encontrar en el tuyo un enfoque tan completo como el DUA, bien hilado en objetivos, metodología y evaluación, llamará la atención. Estarás mostrando innovación metodológica y sensibilidad hacia la diversidad, dos cualidades muy apreciadas. Además, estarás alineado con tendencias educativas internacionales y con la Agenda 2030 (ODS4 de educación de calidad e inclusiva), lo cual suma puntos en originalidad y rigor. En definitiva, incluir el DUA es casi obligado: se considera que “cualquier programación que no incluya el DUA será insuficiente para lograr la plaza” en las oposiciones​. Dicho de otro modo, el DUA se ha convertido en un elemento central para cumplir con los principios pedagógicos de la LOMLOE y para convencer al tribunal de que tu propuesta didáctica merece sobresalir.


4. Porque mejora la calidad de tu exposición oral: Si pasas a la fase de exposición oral de la unidad didáctica, el DUA también puede ser tu aliado. Podrás explicar con ejemplos cómo has pensado en distintos niños al planificar la unidad, lo que demuestra empatía y profesionalidad. Narrar pequeñas anécdotas simuladas del aula (p.ej., “En esta actividad los niños podrían elegir entre dibujar o construir con bloques, así todos se involucran según sus preferencias”) dará riqueza a tu discurso. Mostrarás que eres un docente reflexivo, capaz de anticipar y dar respuesta a situaciones diversas. Esto hace tu exposición más creíble, práctica y atractiva para el tribunal, en contraste con exposiciones genéricas. Además, el DUA te da un marco para responder preguntas o improvisar soluciones si el tribunal te plantea algún supuesto sobre inclusión o atención individualizada.


En resumen, el DUA debe impregnar tu preparación de oposiciones. Desde la fundamentación teórica (mencionando su base legal y pedagógica) hasta la planificación concreta de clases, pasando por la terminología que uses (hablar de flexibilidad curricular, opciones, accesibilidad…), todo ello construirá la imagen de un aspirante sólido en educación inclusiva. Y esa es, sin duda, una de las cualidades más valoradas hoy para conseguir una plaza docente.





Cómo Integrar el DUA en la Programación Didáctica


Ahora bien, ¿cómo incluir de manera efectiva el DUA en tu Programación Didáctica de la oposición? Veamos punto por punto algunas estrategias prácticas para que tu programación refleje realmente este enfoque, desde la justificación inicial hasta la evaluación. Ten en cuenta que la programación didáctica es un documento amplio (suele incluir contexto, objetivos, competencias, unidades, atención a la diversidad, etc.), y el DUA puede y debe aparecer de forma coherente en varios de esos apartados:


1. Justificación y marco teórico: La introducción de tu programación es el lugar ideal para dejar claro tu compromiso con el DUA. Puedes dedicar un párrafo a explicar brevemente qué es el Diseño Universal para el Aprendizaje y por qué lo adoptas como eje metodológico. Refuerza esta idea citando la normativa: por ejemplo, menciona que sigues lo dispuesto en el artículo 4.3 de la LOE-LOMLOE que propugna el DUA como garantía de atención a la diversidad​ . También puedes aludir a documentos oficiales o guías (por ej., citar las Pautas DUA o alguna orden autonómica que recomiende educación inclusiva). Esto le dará solidez a tu programación desde el inicio. Dejas claro al lector (el tribunal) que tu programación está fundamentada en un modelo inclusivo reconocido. Frases como: “Nuestra programación se basa en los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje, conforme a la legislación vigente, garantizando una respuesta educativa inclusiva y de calidad para todo el alumnado” resultan muy apropiadas. En la contextualización de tu aula, podrías incluso mencionar que, dado que siempre habrá diversidad en el grupo (en estilo cognitivo, idioma, capacidades, etc.), adoptas el DUA como enfoque proactivo.


2. Objetivos didácticos y competencias: Al redactar los objetivos generales de tu programación, integra la filosofía DUA. Por ejemplo, un objetivo podría ser “Diseñar situaciones de aprendizaje accesibles que permitan la participación de todo el alumnado, respetando diferentes ritmos e intereses”. Otro podría apuntar a “fomentar la autonomía y la motivación intrínseca del alumnado a través de propuestas variadas (principio de implicación del DUA)”. De esta manera, estás alineando tus metas educativas con los principios DUA. En cuanto a las competencias clave, el DUA encaja especialmente con la Competencia de aprender a aprender (al ofrecer estrategias diversas cada alumno aprende cómo aprende mejor) y con la Competencia social y cívica (por el valor inclusivo). Puedes hacer mención de ello. Incluso al detallar las competencias específicas o aprendizajes esperados de Infantil, puedes indicar que se contemplarán diferentes formas de alcanzarlos, según el DUA.


3. Metodología: Este apartado es quizá el más importante para evidenciar el DUA. Describe tu metodología didáctica haciendo referencia explícita a la flexibilidad y variedad. Por ejemplo, indica que utilizarás diferentes modalidades de enseñanza: aprendizaje cooperativo, rincones de actividad, asamblea dialogada, experimentación manipulativa, trabajo por proyectos, juego libre... siempre combinándolas según convenga para ofrecer múltiples vías de aprendizaje. Menciona que en tus clases habrá apoyo visual (imágenes, pictogramas), auditivo (canciones, cuentos narrados), kinestésico (psicomotricidad, manipulación), etc., de forma que los contenidos se presentarán de maneras muy diversas (principio de Representación). Igualmente, explica que las tareas permitirán distintos tipos de respuesta del alumnado: corporal, verbal, artística, tecnológica, etc. (principio de Acción y Expresión). Destaca que promoverás la participación activa mediante la motivación y el juego, atendiendo a los intereses del alumnado (principio de Implicación). Puedes estructurar este apartado mencionando cada principio DUA y dando ejemplos de cómo lo implementas metodológicamente. Esto dará mucha fuerza a tu programación, pues demuestras cómo llevas a la práctica el DUA en el día a día. Recuerda que incluso la normativa anima a las administraciones y docentes a elaborar programaciones abiertas y materiales que atiendan las distintas necesidades de los alumnos bajo los principios DUA​ , así que dejar patente esa apertura y flexibilidad metodológica es un acierto seguro.


4. Recursos y materiales didácticos: Incluye un listado o descripción de recursos variados y accesibles. Por ejemplo: cuentos multiidioma, bits de inteligencia, materiales Montessori, tablets con apps educativas (con ajustes de accesibilidad), instrumentos musicales, piezas de construcción, láminas visuales, etc. Añade que seleccionarás los materiales pensando en estimular diferentes sentidos y formas de aprendizaje (visual, auditiva, táctil...). También menciona recursos de apoyo para necesidades específicas pero integrados para todos, como pictogramas ARASAAC (útiles para TEA pero que benefician a todo el grupo para asociar imagen-palabra), o canciones con lenguaje de signos. Esta variedad de recursos respaldará lo dicho en metodología: evidencia que cuentas con medios concretos para ofrecer múltiples representaciones y expresiones. No olvides el espacio: describe un aula flexible con rincones (lectura, arte, construcciones, juego simbólico) donde los niños pueden moverse según su interés, o el uso del patio como extensión del aula. Todo ello refleja el espíritu DUA de flexibilizar el entorno.


5. Organización de tiempos y agrupamientos: Explica que planificarás distintos tipos de agrupamiento (momentos individuales, por parejas, pequeño grupo, gran grupo) en función de la actividad, favoreciendo que cada alumno encuentre su espacio de comodidad en algún momento. Por ejemplo, que habrá ratos de trabajo individual (importantes para los que necesitan concentración), ratos de equipo cooperativo (para aprender de otros y fomentar habilidades sociales), etc. Igualmente, indica que ofrecerás rutinas predecibles (para dar seguridad) pero también actividades abiertas donde cada uno avanza a su ritmo. Esta organización dúctil encaja con el principio de implicación (dando voz y rol a todos) y con la idea de accesibilidad: tiempos flexibles evitan penalizar a quien requiere más dedicación en una tarea.


6. Atención a la diversidad (medidas adicionales): En tu apartado específico de atención a la diversidad puedes explicar cómo el DUA reduce la necesidad de adaptaciones significativas. Aquí sí mencionas, por ejemplo, que gracias a la aplicación general del DUA, la mayoría del alumnado con necesidades educativas especiales podrá seguir el currículo común mediante los apoyos universales previstos. No obstante, aclara que si pese a todo algún alumno requiriese adaptaciones individualizadas (ACNEE con adaptación curricular significativa, por ejemplo), estas se implementarían como ajustes razonables complementarios, siempre partiendo de la base común inclusiva. Es bueno nombrar la respuesta inclusiva multinivel: primero el DUA (nivel universal para todos), luego adaptaciones selectivas (para algún alumnado que lo precise) y por último ya medidas excepcionales individualizadas. De esta forma, demuestras que entiendes el DUA como la primera capa de atención a la diversidad. También puedes añadir que trabajarás en coordinación con el equipo de orientación para aplicar medidas de apoyo dentro del aula (co-teaching, refuerzo en pequeño grupo) sin excluir al alumno. En suma, deja claro que tu programación no “aparca” la diversidad en un anexo, sino que la integra desde el diseño inicial (diseño inclusivo), coherente con el DUA.


7. Evaluación: Detalla que tu sistema de evaluación también sigue el enfoque DUA, ofreciendo diversidad. Por ejemplo, que emplearás evaluación continua y formativa, con variedad de instrumentos: listas de cotejo, anecdotarios, porfolios de trabajos del niño, exposiciones orales (adaptadas al nivel infantil), autoevaluación mediante caritas o semáforos, etc. Deja ver que no todo será exámenes iguales para todos (en Infantil no procede, claro, pero es la idea general). Además, señala que permitirás distintas formas de demostrar el logro de los objetivos. En Infantil esto se puede traducir en observar que cada niño exprese lo aprendido a su manera: uno te lo cuenta verbalmente, otro lo refleja en un dibujo, otro lo demuestra realizando una acción o juego. Todo esto, llevado a la programación, se traduce en criterios de evaluación flexibles y en dar valor a diferentes evidencias de aprendizaje. Incluso puedes mencionar que tus criterios de evaluación son orientativos para el primer ciclo y flexibilizados en el segundo ciclo, tal como indica el currículo, y que se potenciará la evaluación cualitativa más que cuantitativa, atendiendo al progreso individual. Relaciona esto con el DUA diciendo que así respetas los distintos ritmos y estilos de aprendizaje en la valoración del éxito de cada alumno​ (por ejemplo, no todos deben alcanzar el mismo nivel al mismo tiempo, sino cada uno mejorar desde su punto de partida).


Aplicando estos consejos, tu Programación Didáctica reflejará el DUA de forma integral. Cada sección hablará en cierto modo de inclusión, diversidad y flexibilidad. Recuerda escribir con claridad, sin abusar de tecnicismos, pero mostrando que dominas el concepto. Al final, el objetivo es que el tribunal perciba que tu programación respira DUA, es decir, que realmente has planificado pensando en una educación infantil inclusiva para todos.



Cómo Aplicar el DUA en las Unidades Didácticas


Pasemos ahora al nivel práctico de las Unidades Didácticas. Aquí es donde realmente se pone en juego el DUA en situaciones concretas de clase. Integrar el DUA en una unidad didáctica significa estructurar actividades, recursos y evaluación de tal forma que contemplen los tres principios (representación, acción-expresión, implicación). A continuación, describimos cómo podrías diseñar una unidad didáctica de ejemplo aplicando el DUA, y también daremos algunas ideas generales que puedes adaptar a cualquiera de tus unidades:


Ejemplo práctico: Imaginemos una unidad didáctica para Infantil titulada “Conocemos el huerto” (pensando en niños de 5 años, por ejemplo). Aplicando DUA, consideraríamos:


Varias formas de representar los contenidos: Introduciríamos el tema del huerto a través de múltiples medios. Por ejemplo, primero una actividad sensorial: llevar a clase una cesta con verduras reales para tocar, oler y ver (zanahoria, tomate, lechuga...). Luego, quizás ver un vídeo corto animado de una semilla creciendo o un cuento en imágenes sobre un huerto. También podríamos usar fotografías grandes de hortalizas y herramientas de jardín pegadas en el aula, y hasta una canción gestual sobre plantar semillas. De esta manera, cada niño accede al concepto de distintas formas: unos conectarán más con la experiencia táctil de manipular tierra en un tiesto, otros con las imágenes visuales, otros con la música. Estamos cubriendo el principio de representación: lo mismo (el huerto) presentado en formatos variados. Si algún niño tiene dificultad de comprensión lingüística, las imágenes y objetos reales le ayudarán; si otro tiene discapacidad visual, la canción y texturas le incluirán; todos se benefician de esta riqueza de estímulos.


Varias formas de acción y expresión para el alumnado: A la hora de las actividades, ofreceríamos distintas opciones para que los niños participen y muestren lo aprendido. Por ejemplo, una actividad podría ser “plantar una semilla en un vaso” (acción concreta, manipulativa). Otra simultánea, “dibujar cómo crece una planta” (acción gráfica, simbólica). Y quizás otra, “juego de roles en el rincón de la casita: vender y comprar verduras” (acción social y verbal). Los niños podrían rotar por estas propuestas o elegir la que más les guste durante un tiempo. Así, unos se expresarán plantando y cuidando su semilla real, otros dibujando un cuento, otros mediante el juego dramático. Ninguna de estas actividades es excluyente; todas trabajan el concepto de cuidado del huerto desde ángulos distintos. Al final, para recopilar evidencias, podríamos invitar a cada niño a expresar lo que aprendió: quien plantó puede mostrar su vasito germinado y explicar (con sus palabras o con ayuda) el proceso; quien dibujó puede contar su dibujo; quien jugó a la tienda puede nombrar las verduras que “vendió”. Cada alumno aporta algo según su modalidad de expresión preferida. Esto ejemplifica el principio de acción y expresión: damos alternativas para que todos se involucren activamente y demuestren sus aprendizajes de forma cómoda para ellos.


Varias formas de implicación y motivación: Desde el inicio de la unidad buscaríamos enganchar la curiosidad de todos. Siguiendo con el ejemplo, podríamos comenzar preguntando en asamblea: “¿Alguien tiene un huerto en casa o plantas?” “¿Cuál es tu verdura favorita?” para conectar con sus experiencias. Tal vez invitar a un familiar (real o ficticio) que sepa del tema, o plantear un reto: “¿Creéis que en nuestra clase podríamos hacer crecer una planta?”. Dar a los niños un rol activo (por ejemplo, encargarse de regar la semilla cada día por turnos, pegar pegatinas en un calendario de crecimiento) los hace sentirse importantes en el proyecto. También introducir elementos lúdicos: un personaje mascota (un espantapájaros de peluche que “habla” y les plantea misiones) añade juego e interés. Y muy importante, dar cierta autonomía: que elijan qué semilla plantar (girasol vs lenteja), o si quieren pintar la maceta de un color. Estas pequeñas decisiones aumentan la motivación intrínseca. El objetivo final es que todos encuentren algo que les motive: al que le encante ensuciarse, tendrá la tierra; al que prefiera estar tranquilo, podrá observar y dibujar; al que le guste colaborar, regará las plantas de un compañero que falte; etc. Así logramos el principio de implicación, atendiendo a la variedad de motivaciones. Aplicación general: El ejemplo anterior se puede extrapolar a cualquier unidad (ya sea “El cuerpo humano”, “Los animales”, “Las fiestas tradicionales”, etc.). En cada unidad didáctica de tu programación, intenta incluir:


Actividades diversificadas para cada fase (iniciación, desarrollo y cierre). Por ejemplo, en la fase de desarrollo de contenido, ofrece un taller rotativo con distintas estaciones (una más artística, otra científica, otra de juego simbólico). En la de cierre, deja que unos niños cierren con una exposición oral sencilla, otros con un mural colectivo, otros con una pequeña dramatización. Diversificar actividades es la esencia de aterrizar el DUA en la unidad.


Recursos multimedia y multisensoriales. Alterna sesiones con cuentos, con vídeos cortos, con experimentos hands-on, con salidas al exterior si es posible. Dentro de la propia unidad, piensa: ¿estoy usando al menos un recurso visual potente? ¿uno auditivo (canción, poema)? ¿uno manipulativo? Si no, añade alguno para cubrir ese espectro.


Adaptación del entorno y materiales. En la unidad, ten preparados apoyos para quien los necesite pero úsalos de forma inclusiva. Por ejemplo, imprimir fichas con distinto nivel de complejidad (unos con imágenes para emparejar, otros con trazo de palabras, etc.), de modo que todos trabajen el mismo tema a su nivel. O disponer material adaptado (tijeras ergonómicas, lápices gruesos, cojines sensoriales para sentarse) de forma natural en clase para quien lo requiera, sin segregar. Esto es DUA: la accesibilidad embebida.


Evaluación diversificada. Al final de la unidad, recoge evidencias variadas. No te limites a una “prueba final”. En Infantil, la observación es la reina, pero puedes complementar con recopilación de trabajos (dossier de dibujos, fotos de las construcciones hechas, grabaciones de audio de los niños cantando una canción aprendida...). Así demuestras que evaluaste de manera flexible y global, acorde a las distintas expresiones de cada cual. Incluso podrías hacer una rúbrica sencilla donde valores aspectos como participación, iniciativa, colaboración, creatividad... mostrando que todos brillan en algo.


Cabe señalar que la LOMLOE introduce las “Situaciones de Aprendizaje” como elemento curricular, muy ligado al DUA. Estas situaciones de aprendizaje integran contenidos de forma interdisciplinar y “alineadas con los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje, permiten [...] fomentar procesos pedagógicos flexibles y accesibles que se ajusten a las necesidades, características y ritmos de aprendizaje del alumnado. ”​Por tanto, estructurar tus unidades didácticas como situaciones de aprendizaje globalizadas, donde se trabajan varios ámbitos a la vez mediante proyectos o centros de interés, encaja perfectamente con el DUA. Procura resaltar en cada unidad cómo integras áreas (por ejemplo, en la del huerto se trabaja Conocimiento del entorno, Comunicación lingüística, motricidad, etc., de manera conjunta) y cómo eso te permite ofrecer experiencias ricas y variadas.


En conclusión, aplicar el DUA en tus unidades didácticas significa que cada actividad, recurso y evaluación que planifiques piense en la diversidad: diversidad de formas de enseñar, de aprender y de evaluar. Incorpora ejemplos como los anteriores en la descripción de tus unidades para ilustrar al tribunal cómo se ve el DUA en la práctica. De esta forma, no solo lo nombras, sino que lo demuestras, que es lo que realmente te otorgará puntos en la oposición.





Errores Comunes y Cómo Evitarlos


Al principio, aplicar el DUA puede resultar desafiante, y es normal cometer algunos errores de interpretación o ejecución. A continuación, mencionamos errores típicos que cometen opositores (e incluso docentes en ejercicio) al intentar incorporar el Diseño Universal para el Aprendizaje, junto con consejos para evitarlos y mejorar tu programación:


  • Error 1: Confundir DUA con hacer adaptaciones individualizadas. Es frecuente pensar que “hacer DUA” implica listar medidas para alumnos con necesidades especiales (PI, adaptaciones curriculares individuales, etc.). Cómo evitarlo: Ten claro que el DUA no se trata de adaptaciones a posteriori para unos pocos, sino de planificación preventiva para todos. Un opositor puede caer en este error si, por ejemplo, en la programación solo habla de adaptar para ACNEEs en un apartado de diversidad. En lugar de eso, integra el DUA desde el principio, ofreciendo opciones universales. Enfatiza que el DUA reduce la necesidad de adaptaciones individuales precisamente porque diseña el currículo sin barreras de entrada. Como señala la literatura, “uno de los errores más comunes al aplicar los principios del DUA es confundirlo con la realización de adaptaciones” específicas​ . Corrígelo asegurándote de que tu programación muestra medidas para todos (universales) antes de mencionar las particulares.


  • Error 2: Mención teórica sin aplicación real. Algunos opositores incluyen una definición de DUA en la introducción, pero luego no se ve reflejado en las unidades ni en la metodología. Esto queda incoherente (el tribunal nota la discrepancia entre lo que se dice y lo que se hace). Cómo evitarlo: Asegúrate de hilar el DUA en todos los apartados prácticos. Si afirmas que aplicarás DUA, demuéstralo con ejemplos concretos en las unidades, con la variedad de actividades, etc. Un buen tip es revisar cada unidad y marcar dónde se aprecia cada principio DUA. Si encuentras una unidad demasiado homogénea, ajusta introduciendo esa variedad. Recuerda: el DUA no puede ser solo discurso, debe permear la programación.


  • Error 3: Pensar que el DUA es una “herramienta” o actividad puntual. A veces se malinterpreta como si fuera una técnica específica (como gamificación, o aprendizaje cooperativo) que se usa de vez en cuando. Cómo evitarlo: Cambia ese chip: el DUA es una perspectiva global. No es que un día hagas “una ficha DUA”, sino que toda tu planificación siga ese enfoque. Como bien indican los expertos, el DUA “no es una herramienta aislada, sino una perspectiva que debe aplicarse a toda la práctica docente”​. En tu programación, no digas “en la Unidad 5 aplicaremos DUA”, debes aplicarlo en todas. Evita presentarlo como algo opcional o complementario; en lugar de eso, habla de que forma parte de tu forma de enseñar siempre.


  • Error 4: Saturar la programación con demasiadas “opciones” sin orden. En el afán de mostrar diversidad, podría caerse en llenar cada unidad de mil actividades distintas de forma caótica, perdiendo de vista los objetivos. Cómo evitarlo: Recuerda que el DUA también implica estructura y propósito. Ofrecer opciones no significa improvisar o hacer cualquier cosa. Planifica con equilibrio: por ejemplo, en cada unidad incluye 2-3 modalidades diferentes (no hace falta 10 a la vez), bien pensadas para ese contenido. Asegúrate de que todas las actividades propuestas siguen un hilo conductor y responden a lo que quieres lograr. Calidad mejor que cantidad. El tribunal valorará más una secuencia coherente con variedad pertinente, que un listado aleatorio de ideas inconexas. Guíate por tus objetivos didácticos: diversifica con intención, no al azar.


  • Error 5: Olvidar uno de los principios DUA. A veces, al aplicar, nos enfocamos en lo más visible (p. ej., hacer materiales visuales para representación) pero podemos descuidar la motivación (implicación) o las vías de expresión. Cómo evitarlo: Usa el checklist mental de los tres principios cuando prepares cada unidad. Pregúntate: ¿He variado la forma de presentar? ¿He dado opciones de respuesta? ¿He contemplado la motivación de diferentes perfiles?. Si alguno falta, añade algo para cubrirlo. Por ejemplo, tal vez diseñaste actividades muy buenas (acción, expresión) pero todas guiadas por el docente; entonces piensa, ¿dónde está la voz del alumno, su elección? e introduce una pequeña votación o juego libre para añadir implicación.


  • Error 6: No conectar el DUA con la evaluación y criterios de éxito. Puede ocurrir que se planifique una docencia muy diferenciada pero luego se evalúe a todos con el mismo estándar rígido, lo que contradice el enfoque. Cómo evitarlo: Alinea la evaluación con el DUA. Es decir, si diste oportunidades distintas de aprendizaje, permite también evidencias distintas de logro. En la oposición, especifica que tus criterios de evaluación son flexibles, que valoras el progreso individual y que recoges información variada. Un tribunal podría ver como error grave hablar de inclusión pero luego calificar a todos por igual sin tener en cuenta sus diferencias. Evita eso mostrando una evaluación equitativa más que igualitaria (dar a cada uno lo que necesita en vez de a todos lo mismo).


Finalmente, un error global sería no estudiar bien qué es el DUA antes de incorporarlo. Asegúrate de formarte e informarte: lee la normativa relevante, consulta fuentes fiables (guías oficiales, autores como David Rose, Anne Meyer, Carmen Alba, etc.). Cuanta más claridad tengas tú, mejor lo plasmarás. Evita improvisar sobre el DUA sin entenderlo, porque el tribunal podría notarlo si usas el término incorrectamente.


En conclusión. El Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) se presenta, en definitiva, como un pilar indispensable de la educación inclusiva contemporánea y, por tanto, como un elemento clave en las programaciones de las oposiciones de Educación Infantil. Hemos visto que el DUA significa planificar pensando en todos, ofrecer múltiples caminos para aprender y participar, y garantizar que la diversidad del alumnado se atienda de forma natural en el aula. Sus tres principios –representación, acción/expresión e implicación– nos sirven de guía para revisar y enriquecer nuestra práctica docente, desde la etapa infantil hasta cualquier nivel. Para el opositor de Educación Infantil, dominar y aplicar el DUA aporta un valor añadido enorme a su candidatura. No solo cumple con lo que la normativa (LOMLOE, RD de currículo) ya exige –una educación inclusiva y accesible desde Infantil–​ , sino que demuestra ante el tribunal competencias docentes avanzadas: capacidad de adaptación, creatividad metodológica, sensibilidad hacia las necesidades individuales y conocimiento de las tendencias pedagógicas actuales. Integrar el DUA en la programación y las unidades didácticas te permite destacar mostrando cómo harás realidad esa escuela para todos que se busca hoy.


A modo de recapitulación, recuerda estos consejos finales para tus oposiciones:


  • Habla del DUA y haz DUA: enuncia brevemente qué es (para situar al lector) pero sobre todo implementa sus principios en cada unidad y explícalos con ejemplos. Que se vea teoría y práctica unidas.

  • Cita la normativa pertinente: por ejemplo, artículo 4.3 LOE-LOMLOE, RD 95/2022 de Infantil, etc., para respaldar tus decisiones didácticas. Esto convertirá un potencial punto flojo (inclusión) en un punto fuerte de tu programación con enlaces de calidad a la legislación.

  • Sé coherente y realista: aplica el DUA de forma equilibrada, mostrando variedad sin perder el foco pedagógico. Mejor poco y bien justificado, que mucho sin sentido. El tribunal valorará la viabilidad de tu propuesta.

  • Revisa tu trabajo con ojos inclusivos: asegúrate de que en ningún apartado estés, sin querer, excluyendo a alguien. Por ejemplo, si en recursos dices “lámina para que dibujen su padre y su madre” piensa en niños sin uno de ellos; cambia a “familia”. Ese detalle inclusivo (lenguaje, ejemplos diversos) también cuenta y encaja con la filosofía DUA de contemplar diferencias (en este caso, familiares, culturales, etc.).

  • Practica la exposición oral incorporando anécdotas DUA: si tienes tiempo, ensaya contando cómo en tal actividad pensarías en el niño X tímido y en el Y movido... Ese toque personal y cercano puede impresionar positivamente.


El DUA es tu aliado para crear una programación didáctica rica, inclusiva y a la vanguardia, cualidades que, bien comunicadas, te acercarán al objetivo de conseguir tu plaza. Prepara tus oposiciones con este enfoque y afrontarás el tribunal con la confianza de estar ofreciendo una propuesta educativa de gran calidad, donde cada niño y niña tiene un lugar asegurado en el aprendizaje. ¡Mucho ánimo y éxito en tu camino como futuro/a maestro/a de Infantil inclusivo!


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